Una vez finalizado este curso toca hacer la evaluación sobre
el contenido de evaluación.
Veo esta, como el resto de formaciones ofertadas, no solo
enriquecedoras. También son una herramienta para unificar y aumentar la calidad
de los docentes y el sistema público.
Como se planteaba desde el principio me ha servido para
conocer nuevos aspectos, modos de actuación y herramientas que poder utilizar
pronto con mis alumnos. Además de para certificar unos valiosos puntos que me
ayuden a conseguir esos alumnos, ya que aún sigo en las listas esperando.
En mi opinión esto debería ser más frecuente y normal entre
nuestra comunidad profesional, ya que no solo hace mejorar al profesor, también
refresca conocimientos y permite el intercambio de ideas.
Durante el curso he percibido como mi postura iba mejorando
con respecto al enfoque evaluativo. Viendo este ejercicio no como un control de
conocimientos y habilidades, sino como una oportunidad para desarrollar a
nuestros pupilos, otorgándoles feedback, ajustando su posición real en cuanto
al nivel que se desea y motivándoles a seguir adelante con tareas integradas
como las que hemos desarrollado.
Estas tareas precisamente me parecen la piedra angular de
este curso. Hacen que todos estemos más motivados por el trabajo, alumnos y
profesores. Le dan realismo y sentido al progreso. Alejan a la evaluación de
aquella visión de miedo y nervios a la que se enfrentan los alumnos en momentos
de exámenes, y en mi caso además realizan una buena labor social con la que
hemos ayudado a alimentarse a aquellos que más lo necesitan.
Personalmente creo que he refrescado y practicado muchos
conocimientos teóricos que alguna vez había visto, aunque también he
descubierto otros nuevos que pueden ayudarme a evaluar modos de pensamientos o
recursos de aprendizaje que quedaban en el limbo dentro de mis programaciones y
prácticas. Así he podido enlazar con sentido todos los contenidos del curso:
Comenzando con el diseño y definición de una tarea que
pudiese englobar el aprendizaje curricular y nivel que se iba a impartir, los
aspectos que debían ser evaluados y un reto social y significativo para el
alumno.
Con el avance del curso y del aprendizaje pude analizar y
dar sentido a las tareas enfocando todas las competencias que quería que mis
alumnos aprendieran, analizando aspectos de las tareas que podían aportar
conocimientos relacionados con “saber” , “saber ser” y “saber hacer” y las
defini con los respectivos criterios de evalacion y estándares de aprendizaje
que la administración exige que aprendan los alumnos.
Alrededor de este conocimiento, fui concretando con el diseños
de tareas que recogiesen todo lo definido y encaminasen hacia el aprendizaje y
la posibilidad de demostrarlo durante todas las fases de una sesion y de las
distintas sesiones, creando tareas con sentido e integradas.
Finalmente, con todo el conocimiento adquirido y
desarrollado, fue fácil concretarlo en una rubrica para evaluar a los alumnos
en sus distntas tareas, a través de los disitintos modos de valoración y percepción
de estas habilidades.
Todo ello queda concretado y resumido en la siguiente ficha
Me siento capacitado y motivado para desarrollar una evaluación
desde el primer día de una unidad formativa o curso afrontando el reto de
motivar al alumnado, hacerles ver sus fortalezas y debilidades sin culpabilidad
y sobre todo mejorar con respecto a un objetivo grupal en el que se sientan partícipes.
En conclusión, creo que este curso ha cumplido su objetivo,
el de hacer profesores más preparados a todos los que hemos participado,
conociendo más a fondo un aspecto esencial de nuestra profesión, los modos de
aplicarla y abriendo la baraja de posibilidades para que podamos hacer un buen análisis
y utilizar las herramientas o procesos adecuados en cada situación.
Personalmente también siento que he cumplido otro objetivo y he dado otro
pequeño paso hacia mi sueño: ser un profesor responsable que forma personas
para el futuro.